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Dolores Hidalgo es otra de las ciudades coloniales de Guanajuato, y Cuna de la Independencia Nacional, su historia comienza con el origen y vida de “la hacienda de la Erre”, fundada por el virrey Marqués de Montesclaros para la cría de ganado, al pasar de los años un cura llamado Don Álvaro de Osio y Ocampo, logró la ampliación de la población al comprarle terrenos a la hacienda de la Erre y donarlos a los vecinos, formando así el trazo original del pueblo.
En 1802, llegó el cura Hidalgo y con el tiempo construyó talleres para enseñar al pueblo los oficios de carpinteros y alfareros, así como de talleres textiles, realizó plantaciones de moreras, sembradíos de vides y capacitó a agricultores y artesanos. Estas acciones explican el porqué el pueblo lo siguió en la lucha por la libertad.
Dolores Hidalgo es una pequeña y hermosa ciudad que se resiste al cambio, conserva de manera franca su traza reticular original, y su arquitectura doméstica del siglo XV, con algunas muestras monumentales como la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores con su magnífico atrio que se extiende hasta el jardín con grandes árboles que lo engalanan.
Los oficios que enseñó el Cura Hidalgo aún se conservan y esta ciudad se ha convertido en un centro productor de alfarería tradicional y de loza tipo Talavera con platos, tibores, jarrones y azulejos, la ciudad completa se transforma en un aparador de cerámica decorada a mano y de gran colorido.
También son fabricadores y exportadores de muebles de tipo colonial en maderas de cedro, pino o mezquite. Podrás encontrar comedores, recámaras, biombos, puertas, etc.
De las tradiciones más antiguas de Dolores Hidalgo están los famosos helados de la Plaza Principal una vez que ya probó sus exóticos sabores de aguacate, tequila o tuna y admiró la bien conservada Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, le recomendamos la visita al Museo casa de Don Miguel Hidalgo, al Museo de la Independencia y a la casa de las visitas.
En 1802, llegó el cura Hidalgo y con el tiempo construyó talleres para enseñar al pueblo los oficios de carpinteros y alfareros, así como de talleres textiles, realizó plantaciones de moreras, sembradíos de vides y capacitó a agricultores y artesanos. Estas acciones explican el porqué el pueblo lo siguió en la lucha por la libertad.
Dolores Hidalgo es una pequeña y hermosa ciudad que se resiste al cambio, conserva de manera franca su traza reticular original, y su arquitectura doméstica del siglo XV, con algunas muestras monumentales como la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores con su magnífico atrio que se extiende hasta el jardín con grandes árboles que lo engalanan.
Los oficios que enseñó el Cura Hidalgo aún se conservan y esta ciudad se ha convertido en un centro productor de alfarería tradicional y de loza tipo Talavera con platos, tibores, jarrones y azulejos, la ciudad completa se transforma en un aparador de cerámica decorada a mano y de gran colorido.
También son fabricadores y exportadores de muebles de tipo colonial en maderas de cedro, pino o mezquite. Podrás encontrar comedores, recámaras, biombos, puertas, etc.
De las tradiciones más antiguas de Dolores Hidalgo están los famosos helados de la Plaza Principal una vez que ya probó sus exóticos sabores de aguacate, tequila o tuna y admiró la bien conservada Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, le recomendamos la visita al Museo casa de Don Miguel Hidalgo, al Museo de la Independencia y a la casa de las visitas.
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